A veces no es necesario acudir a un taller para detectar algunos fallos que nos pueden costar no pasar la inspección técnica del vehículo. Te contamos qué detalles debes cuidar para que cuando vayas sea todo favorable.
Cuando se acerca la fecha de la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) es normal estar con la mosca detrás de la oreja por si el coche no pasa la inspección por alguna anomalía que se le detecte.
Hay una serie de aspectos que se deben comprobar antes de acudir a la cita para asegurarse el éxito. Si no sabes cuáles son esos detalles que debes revisar te contamos cómo preparar el coche para pasar la ITV.
1.Revisar el estado general del coche
Lo más básico y que está al alcance de nuestra vista a veces puede pasar desapercibido. Se debe inspeccionar minuciosamente, de forma visual, aspectos como los parachoques y ver que estén bien sujetos, el buen estado de las matrículas, que los faros estén sin nada anómalo o que los espejos y las lunas estén intactos sin ningún tipo de rotura.
Las ruedas también deben revisarse para que no tengan fisuras y que no estén muy desgastadas. Asimismo, se tiene que verificar que la medida del dibujo del neumático (prohibido que sea menor a 1,6 mm) y el código de velocidad es el adecuado.
Otro aspecto a tener en cuenta es que todas las puertas y las ventanillas funcionen sin problema. Además, también es recomendable que le des una buena limpieza en el caso de que sea necesario para dar una mejor impresión.
2. La visibilidad
Después de revisar el exterior ahora toca adentrarse en el interior, donde hay que probar que los componentes que proporcionan visibilidad al conductor no presentan ningún fallo: luces, claxon y limpiaparabrisas.
Las luces son el elemento más importante, comprueba que todas las luces funcionan; deberás fijarte bien que tanto las delanteras como las traseras y las de matrícula se iluminan. Los indicadores de dirección también merecen una supervisión para evitar sorpresas, al igual que las luces de freno.
3. Inspección mecánica y los sistemas de seguridad del vehículo
Ahora le toca el turno a la parte mecánica. Debes comprobar que los niveles de líquido del coche son los adecuados: aceite, líquido de frenos o agua del limpiaparabrisas para evitar que sean insuficientes cuando acudas a la inspección.
El sistema de escape es una de las partes que miran en la ITV. Como no tenemos una máquina para evaluar los gases podemos usar una técnica más básica, con una pelota de tenis y un trapo para taponar la salida de gases y si el coche sopla significaría que hay un problema de fuga.
Los frenos también los puedes probar en una carretera recta sin tráfico, a unos 10 km/hora sueltas el volante y accionas el pedal del freno. También se recomienda comprobar el correcto funcionamiento del freno de mano. Se puede aparcar el coche en una pendiente y accionarlo, de forma que si el coche no se mueve, pasará la prueba sin problema.
Mientras estés circulando en línea recta por autopista o autovía si notas que el vehículo tiende a desviarse hacia un lado eso podría indicar un fallo en las rótulas o en la dirección que deberás arreglar antes de acudir a la cita de la ITV.
Los cinturones de seguridad también son objeto de análisis en la ITV, por ello, debes comprobar que ninguno presenta ninguna anomalía en su función.
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